El Territorio es una Base de Datos Espacial

Este post trata sobre la conceptualización del territorio como una base de datos espacial. Para empezar definamos lo que es una base de datos, según la Real Academia Española (RAE) una base de datos es un "Conjunto de datos organizado de tal modo que permita obtener con rapidez diversos tipos de información." Dicho de otra manera una base de datos es un conjunto de datos pertenecientes a un mismo contexto y almacenados sistemáticamente para su posterior uso. Ahora centrémonos en caracterizar las bases de datos espaciales. La principal diferencia, con las bases de datos no espaciales, es que la información además de atributos alfanuméricos tiene atributos geográficos localizables en el espacio. Por tanto un dato espacial es una variable asociada a una localización del espacio. Es decir, cada fila de una tabla tiene asociado un elemento gráfico georeferenciado.

En el territorio, hay presentes dos grandes grupos de variables, las discretas y las continuas, las cuales están asociadas a los formatos de archivos: vectorial y raster. Una variable discreta (vectorial) se define como "la variable tal que entre dos cualesquiera valores observables, hay por lo menos un valor no observable". Una variable continua (raster) se define como "la variable tal que entre dos cualesquiera valores observables, hay otro valor observable". Dicho de manera coloquial una variable discreta se caracteriza por presentar unos límites físicos claros (ejemplo: un edificio) y una variable continua por no presentarlos (ejemplo: la temperatura)

Hay tres tipos vectoriales de implementaciones gráficas de realidad, los puntos, las líneas y los polígonos (véase la obra Los Elementos de Euclides). El territorio se debe estructurar en diferentes capas de datos relacionadas entre sí de puntos, líneas o polígonos. Los puntos se encuentran determinados por las coordenadas terrestres medidas por latitud y longitud. Las líneas son objetos abiertos que cubren una distancia dada y comunican varios puntos o nodos. Y los polígonos son figuras planas conectadas por varias líneas cerradas en conjunto y que conforman un área determinada. Los puntos y las líneas suelen ser simplificaciones de polígonos que a la escala representada no se muestran como polígonos. Por tanto, una ciudad a escala mundial será un punto, pero a escala local será un polígono.

El formato raster, en cambio, almacena y representa la realidad de una sola manera, a través de una red regular de pixeles cuyos valores matemáticos se corresponden con información cuantitativa de la realidad del territorio. Por tanto, a menos tamaño de los pixeles mayor resolución tendrá el raster y más detalle tendrá la información que conforma un área determinada.

El territorio debe pensarse y verse como una base de datos compleja con capas de puntos, líneas, polígonos y pixeles interrelacionados que conforman la realidad. Cuando un investigador del territorio observa una zona urbana no debe ver un conjunto de edificios, calles, farolas y alcantarillas. Debe interpretar el territorio y atisbar unos polígonos de edificios que en la tabla de atributos tienen sus características almacenadas junto con un código que los vincula a la capa de líneas de las calles, las cuales a su vez están vinculadas a las capas de puntos de las farolas y de las alcantarillas. Con esto poseemos una base de datos sistemática que permite realizar todo tipo de consultas y análisis espaciales a través de las relaciones entre los diferentes elementos de la base de datos.

Las bases de datos se dividen en tablas que están organizadas y relacionadas entre sí. Las relaciones pueden ser todo lo complejas que se necesiten. Hay que tener claros varios criterios a la hora de diseñar una base de datos territorial:

• Cada elemento (fila) pertenece a una tabla y sólo a una. Con esto se evita la redundancia de datos.
• Cada tabla debe tener una columna que almacene la clave primaria o código identificador de cada elemento de esa tabla.
• Tablas diferentes se relacionan (vínculos o join) a través de columnas equivalentes en su contenido.
• Aunque varios elementos sean idénticos en cuanto a sus características alfanuméricas (información de la tabla) si están separados físicamente son elementos diferentes en la tabla, por lo que tendrán una clave primaria distinta.

Ejemplo práctico:

Base de datos espacial con dos capas y una tabla: una capa de polígonos de municipios, una capa de puntos de ciudades y una tabla de habitantes por sección censal. Habrá un polígono-fila de la tabla por municipio, un punto-fila de la tabla por ciudad y una fila de la tabla habitantes por sección censal.

La capa de polígonos municipales tiene tres campos o columnas: 1)Cod_Mun que almacena el código identificador del municipio 2)Area_m2 que almacena la superficie en metros cuadrados de los municipios y 3)Nombre que almacena el nombre del municipio.

La capa de puntos de ciudades tiene dos campos: 1)Cod_Ciu que contiene el código identificador de las ciudades y 2)Cod_Mun que contiene el código de los municipios por lo que sirve para vincular las ciudades con los municipios.

La tabla habitantes por sección censal tiene cuatro campos: 1)Cod_Sec almacena la clave primaria de la sección censal 2)Cod_Ciu contiene el código de la ciudad por lo que sirve para vincular los habitantes con las ciudades 3)Hab_Tot que almacena el número de habitantes totales de la ciudad 4)Coches que almacena el número de coches de cada ciudad.

A partir de esta base de datos se pueden obtener datos como el número de coches por ciudad, los habitantes medios de las ciudades del municipio X. Se pueden hacer análisis más complejos como correlacionar el número de coches por municipio con la distancia media entre las ciudades de ese municipio.

Este ejemplo muestra la potencialidad de la conceptualización del territorio como una base de datos espacial. El territorio se puede pensar de esta manera gracias a las herramientas que ponen a nuestra disposición los Sistemas de Información Geográfica.